lunes, 9 de noviembre de 2020

EL Carnicero de Rostov

Andrei Romanovich Chikatilo

Andréi Románovich Chikatilo, (Yáblochnoye, óblast de Sumy, 16 de octubre de 1936 Novocherkask, 14 de febrero de 1994) fue un asesino en serie y caníbal ucraniano. Chikatilo es considerado el peor asesino en serie de la historia de la Unión Soviética. Fue conocido como "el Carnicero de Rostov", "el Destripador Rojo" y "el Destripador de Rostov" y cometió asalto sexual, asesinato y mutilación de al menos 52 mujeres y niños entre 1978 y 1990 en la Rusia soviética, la Ucrania soviética y el Uzbekistán soviético.

Chikatilo confesó un total de 56 asesinatos, y fue juzgado por 53 de estos en abril de 1992. Fue condenado y sentenciado por 52 muertes en octubre de 1992; posteriormente, fue ejecutado en febrero de 1994. El best-seller El niño 44, escrito por Tom Rob Smith y cuyos derechos para el cine han sido adquiridos por Ridley Scott, está basado en parte en su caso, si bien la historia del libro se sitúa algunas décadas antes.

Vida

Nació en Yáblochnoye (actual Ucrania, en aquel entonces parte de la Unión Soviética), el 16 de octubre de 1936, en una pequeña aldea en tiempos de hambruna del Holodomor. Mientras su padre, Román Chikatilo, caía prisionero de guerra por los nazis, la madre de Andréi, Anna Chikatilo, le contaba a menudo a él y a su hermana menor, que a su hermano mayor, Stepán, lo habían raptado para comérselo; Chikatilo quedó traumatizado por aquella historia. Este hecho marcaría notablemente al niño, quien se sentía en esos momentos más solo que nunca. Sin embargo, no existe ningún documento que informe acerca del nacimiento o de lamerte de Stepán, aun cuando la manera en cómo su madre se lo contaba hacía que la historia pareciera verídica. En la escuela era muy introvertido, incapaz de aceptar su miopía (sus primeras gafas las tuvo a los treinta años), y padeció enuresis nocturna hasta los 12 años. Siempre era humillado por los otros compañeros; cualquiera podía decirle lo que fuese, mientras él se limitaba a escuchar y a aguantar. No era de extrañar que con el tiempo su ánimo se llenase con las lágrimas contenidas y con todas esas injurias. A medida que iba creciendo, se hacía más tímido con las mujeres. Sin embargo, en la adolescencia consiguió tener una relación sentimental con una chica del pueblo, pero su impotencia sexual destruyó dicha relación.

Como todo soviético, sirvió en el ejército y luego se dedicó a los estudios. Deseaba licenciarse en derecho, pero suspendió el examen de acceso a la universidad. Decepcionado, puso todo su empeño en prepararse profesionalmente, obteniendo tres títulos: En Ingeniería, Marxismo- Leninismo y Lengua y literatura rusa.

En 1971 se graduó de maestro. Sentía una creciente atracción por las menores de doce años y se colaba en los dormitorios para verlas en ropa interior, mientras se masturbaba con la mano dentro del bolsillo. A pesar de su problema, pudo encontrar una esposa, y aunque era incapaz de mantener una erección, sí podía eyacular. Logró alcanzar en contadísimas ocasiones la suficiente erección como para embarazarla, pero no dejaba de pensar que la naturaleza lo había castigado castrándolo al nacer. Era un marido de carácter estable y trabajador, un padre que nunca levantaba la voz ante los hijos, un respetado miembro del Partido Comunista que leía los periódicos y se mantenía al corriente de la actualidad. En la escuela en la que trabajaba, sus alumnos no lo tomaban en serio. Se negaban comportarse bien e incluso fumaban delante de él en la clase. Más tarde, Chikatilo abusaría sexualmente de sus estudiantes, tanto de chicos como de chicas, lo que le costaría el trabajo en 1974.

Actividad criminal

El 22 de diciembre de 1978, Chikatilo mató por primera vez cuando tenía 42 años. Abordó en la calle a una niña de nueve años de edad y la convenció para que se fuera con él a una cabaña que poseía en las afueras de la ciudad. Sabía como hablar a los niños, él mismo había sido maestro y tenía dos hijos. Una vez allí la desvistió con violencia. Accidentalmente,le hizo un rasguño del que brotó sangre, hecho que le propició una erección inmediata, estableciendo el vínculo fatal entre sangre y sexo. Luego, sacó un cuchillo y se lo clavó a la niña en el estómago. Con cada puñalada notaba que se acercaba más al orgasmo, por lo que no cesó de hacerlo hasta la eyaculación. Chikatilo había intentado satisfacer su necesidad sexual movido por la esperanza de llegar a ser igual que los demás. Dos días después de este crimen, la policía encontró los restos de la niña en el río Grushovka, y cerca de la cabaña de Chikatilo una gran mancha de sangre. Los policías interrogaron al hombre, pero acabaron inculpando a otro agresor sexual, Aleksandr Krávchenko. Chikatilo era, por las paradojas que marcaban sus actos, más dual que nunca. Era un marido sumiso. Hacía todo lo que su mujer le ordenaba o casi todo. Ella solía desear los placeres del lecho con más frecuencia que él, y eso los llevaba a frecuentes discusiones, a que ella le recordase en todo momento lo taciturno e inerte que era. La acusación de haber acosado sexualmente a sus estudiantes le costó el trabajo, pero consiguió uno nuevo en una fábrica en la que tenía que estar viajando constantemente. Este constante movimiento le ayudaba a escoger sus nuevas víctimas. En 1981, se convirtió en funcionario de abastecimiento de una fábrica, y el trabajo, que lo obligaba a recorrer una buena parte de la región, le proporcionaba la fachada perfecta.

Tres años pasarían antes de que Chikatilo asesinara por segunda vez. El 3de septiembre de 1981 asaltó a su segunda víctima, llamada Larisa Tkachenko, prostituta de 17 años de edad. La convenció de ir con él al bosque para tener relaciones sexuales, pero falló en el intento por lo que ella se rio de él, esto lo enfureció, perdió el control, estranguló a la mujer y eyaculó sobre el cadáver, mordisqueó su garganta salvajemente, le cortó los senos y en su frenesí se comió los pezones. Luego, comenzó a lanzar aullidos mientras bailaba una danza de guerra alrededor del cuerpo, dejó el cuerpo sin vida con un palo enterrado. En esos momentos supo que volvería a matar. Los dos primeros asesinatos de Chikatilo tuvieron cierto carácter fortuito. Es posible que, en ambos casos, sus intenciones fueran solamente de índole sexual. Los gritos de terror lo excitaban, pero era el asesinato en sí lo que presentaba para él el acto sexual supremo.

Su tercera víctima fue Lyuba Biryuk, fue raptada de un pueblo y fue acuchillada 40 veces en el bosque. Le mutiló los ojos, y esto se volvería algo común en sus asesinatos, la firma mortal de Chikatilo. Chikatilo asesinó a otras tres personas ese año, y entre ellas se encontraba su primera víctima masculina, Oleg Podzhiváev de 9 años de edad. El cuerpo no se encontró pero Chikatilo afirmó ser el responsable y que le había arrancado los genitales. La prensa estaba enloquecida con el asesino en serie, el modus operandi era siempre el mismo, sus víctimas siempre se encontraban en los bosques, con indicios de violencia y sadismo, y en ocasiones les faltaban miembros a las víctimas. Se trataba de niños, niñas y chicas jóvenes. Entre ellos había muchos escapados de casa y retrasados mentales, pues se dejaban convencer más fácilmente y agradecían su ayuda en el laberinto del sistema de transportes local, con el que no estaban familiarizados.

El 11 de diciembre de 1982 Chikatilo se encontró con una niña de 10 años llamada Olga Stalmachenok en un autobús a la casa de sus padres en Novoshakhtinsk y la persuadió para dejar el autobús con él. Fue vista por última vez por un compañero de viaje, quien informó que un hombre de mediana edad había llevado a la niña firmemente de la mano. Chikatilo atrajo a la niña a un maizal en las afueras de Novoshakhtinsk, la apuñaló en más de 50 veces alrededor de la cabeza y el cuerpo, le arrancó el pecho y le extirpan el intestino inferior y el útero.

En 1984, el número de víctimas fue en ascenso llegando a 15 personas. Chikatilo los elegía entre la multitud en estaciones ferroviarias y en paradas de autobús, y con algún pretexto, los convencía para que lo siguieran a alguna zona boscosa. Una vez allí les infligía numerosas puñaladas (entre treinta y cincuenta). Casi todas las víctimas sufrían la mutilación de los ojos.

A las adolescentes o chicas jóvenes les seccionaba los pechos o los pezones, ya fuera con sus afilados cuchillos o con los dientes. El útero era extirpado con tal precisión que todos los cirujanos de la provincia de Rostov pasaron a ser sospechosos en potencia.

Mientras las violaba, se enfurecía tanto por llegar tan rápidamente al orgasmo que les machacaba la cara a golpes. Para ocultar su impotencia, a veces, con la ayuda de una ramita, colocaba el semen en la vagina de la víctima. En el caso de los niños, los atacaba nada más hallarse a solas con ellos en el bosque: un golpe para aturdirlos con las manos atadas y unos golpes de cuchillo poco profundos para establecer su dominio sobre ellos. Posteriormente, los mutilaba a mordiscos, les cortaba los genitales o solamente extirpaba los testículos, que guardaba a modo de trofeo. En algunas ocasiones realizaba estas amputaciones cuando la víctima se hallaba aún con vida, aunque no consciente. En ninguno de los casos se encontraron las partes del cuerpo seccionadas en las cercanías de la escena del crimen. Además practicaba actos de canibalismo.

En sus declaraciones confesaría que le gustaba tragarse las partes del cuerpo más blandas.

Primer arresto

El Instituto Serbsky (en inglés: Serbsky Center) de Moscú diseñó el perfil de un hombre ostensiblemente normal, probablemente casado, con un trabajo regular. Por el semen hallado en los cuerpos de sus víctimas, se supo que su sangre era del grupo AB. El 14 de septiembre de 1984, detuvieron a Chikatilo en el mercado de Rostov, pues en líneas generales encajaba con la descripción del asesino, pero no pudieron demostrar nada más. Chikatilo parecía un hombre respetable, y tras hacerle un análisis de sangre, esta resultó ser de grupo A. Enseguida fue puesto en libertad sin cargos. Por esas alturas, los archivos de la policía contenían datos de unos 26 500 sospechosos. Cuando apareció el cadáver número treinta, los periódicos empezaron a dar noticias del posible asesino en serie,

quienes todos creían un retrasado mental, a pesar de que la policía no estaba de acuerdo. Esto puesto que la amplia dispersión territorial del asesino indicaba que este disponía de un vehículo, factor que en Rusia no era escaso. Posteriormente, Chikatilo fue acusado de haber robado un rollo de linóleo de su oficina. Siete meses después, con ese caso aún pendiente, fue arrestado por comportamiento impropio en la estación de autobuses de Rostov y fue sentenciado a 15 días en prisión. La policía creía que él era el asesino, así que compararon la sangre de Chikatilo con el semen encontrado en los cuerpos de las víctimas e inexplicablemente no era el mismo tipo de sangre. Fue sentenciado a un año en cárcel por el robo del linóleo, pero el juez simpatizó con él y lo liberó antes. El 17 de octubre de 1990 volvió a matar en un bosque cercano a la estación de Donlesjoz.

Captura y confesión

Este crimen absorbió a toda la policía local y a una fuerza antidisturbios de 100 hombres. Pero dos semanas después, Chikatilo volvió a actuar, y esta vez fueron unos 600 detectives los encargados de investigar a lo largo de la línea de los bosques, en donde montaban guardia tres o cuatro oficiales en los apeaderos más aislados. El 6 de noviembre de 1990, uno de estos detectives, un sargento llamado Ígor Rybakov, vio surgir del bosque un hombre con traje y corbata. Mientras observaba cómo este se lavaba las manos en la fuente advirtió que tenía un dedo vendado y una mejilla manchada de sangre. Rybakov le pidió la documentación, no tenía motivos suficientes para arrestar a Chikatilo, sin embargo, dejó constancia del incidente. Al día siguiente, se encontró el cadáver de una chica en esa misma zona. El homicida tenía que haber pasado por la estación, y el culpable no podía ser otro que el sospechoso del informe de Rybakov. Lo arrestaron el 20 de noviembre, sospechoso de haber asesinado a 36 víctimas, todos ellos mujeres y niños. Su esperma, aunque no su sangre, sí era AB. El fiscal general de la provincia de Rostov emitiría una orden de detención contra Chikatilo, efectiva a partir del 20 de noviembre de 1990. Ese mismo día fue retenido por la KGB, mientras este con paso lento y senil decía "¿Cómo pueden hacerle esto a una persona de mi edad?". En los interrogatorios, afirmó que simplemente era un ciudadano normal, que no había cometido ningún tipo de delito, y que era objeto de una persecución absurda por parte de la policía. De destacar que Andréi Chikatilo llevó a los detectives de la policía de Rostov al lugar donde yacían 3 cadáveres que aún no se habían descubierto. Tanto la detención de Chikatilo, como la macabra búsqueda de los restantes cadáveres fueron filmadas. El 27 de noviembre prometió que estaba dispuesto a aportar pruebas de sus crímenes si no continuaban atosigándolo con los interrogatorios que le recordaban los detalles, y dos días después se derrumbó ante un psiquiatra a quién acabó confesando 52 asesinatos. Posteriormente, guio a los investigadores a los distintos lugares con la esperanza de que el número de muertes lo convirtiera en un "espécimen de estudio científico". Escribió una declaración firmada para el Fiscal General, que decía:

Me detuvieron el 20 de noviembre de 1990 y he permanecido bajo custodia desde entonces. Quiero exponer mis sentimientos con sinceridad. Me hallo en un estado de profunda depresión, y reconozco que tengo impulsos sexuales perturbados, por eso he cometido ciertos actos. Anteriormente busqué ayuda psiquiátrica por mis dolores de cabeza,por la pérdida de memoria, el insomnio y los trastornos sexuales. Pero los tratamientos que me aplicaron o que yo puse en práctica no dieron resultados. Tengo esposa y dos hijos y sufro una debilidad sexual, impotencia. La gente se reía de mí porque no podía recordar nada. No me daba cuenta que me tocaba los genitales a menudo, y sólo me lo dijeron más tarde. Me siento humillado. La gente se burla de mí en el trabajo y en otras situaciones. Me he sentido degradado desde la infancia, y siempre he sufrido. En mi época escolar estaba hinchado a causa del hambre e iba vestido con harapos. Todo el mundo se metía conmigo. En la escuela estudiaba con tanta intensidad que a veces perdía la consciencia y me desmayaba. Soy un graduado universitario. Quería demostrar mi valía en el trabajo y me entregué a él por completo. La gente me valoraba pero se aprovechaba de mi carácter débil. Ahora que soy mayor, el aspecto sexual no tiene tanta importancia para mí, mis problemas son todos mentales .En los actos sexuales perversos experimentaba una especie de furor, una sensación de desenfreno. No podía controlar mis actos. Desde la niñez me he sentido insuficiente como hombre y como persona. Lo que hice no fue por el placer sexual, sino porque me proporcionaba cierta paz de mente y de alma durante largos periodos. Sobre todo después de contemplar todo tipo de películas sexuales. Lo que hice, lo hice después de mirar los vídeos de actos sexuales perversos, crueldades y horrores.”

Lo que la policía dedujo de esta declaración, es que el asesino trataba de buscarse una posible salida alegando una enfermedad mental, una obsesión de tratamiento psiquiátrico.

Juicio y ejecución

Chikatilo fue acusado de 53 asesinatos agravados, muchas de sus víctimas fueron emasculadas vivas. Los psiquiatras del Instituto Serbsky, no obstante, lo veían como un sádico prudente que no sufría ningún trastorno que pudiera impedirle ver que sus actos estaban mal, que eran actos premeditados. Por esa razón, en octubre de 1991 se dieron a conocer sus conclusiones, diagnosticando que el asesino estaba «legalmente cuerdo». El juicio de Andréi Chikatilo se inició en abril lde 1992 y duraría hasta octubre de ese mismo año. Éste, con la cabeza rasurada, presenció su juicio desde un cubículo de metal para mantenerlo a salvo de la multitud enfurecida. El primer día deleitó a los fotógrafos esgrimiendo una revista porno, pero más tarde, abatido, se quitó la ropa y meneó su pene gritando:

Fíjense qué inutilidad. ¿Qué piensan que iba a hacer con esto?“

Los jueces no dudaron en anunciar el veredicto que habían nominado: el 15 de octubre de 1992 fue sentenciado a la pena de muerte, y ejecutado de un tiro en la nuca en la prisión de Rostov del Don el 14 de febrero de 1994.

Su familia

Todos se han cambiado el apellido adoptando el apellido materno, Odnachev. Su viuda, Eudocia o Theodosia Odnachev (Chikatilo) (nacida en 1939) trabajó como directora de un jardín de infancia, tuvo que dimitir después de saberse lo que hizo su marido. Formalmente se divorciaron en1989. Trabaja en un mercado local de Járkov. Su hija, Liudmila (nacida en 1965) se casó en dos ocasiones y dio a luz, está apartada de la vida pública. Su hijo, Yury Odnachev (Chikatilo) (nacido en 1969), combatió en Afganistán en Kandahar. Fue herido y estuvo dos meses en la cárcel por robo de lanzacohetes por valor de diez mil dólares y su venta a vietnamitas, le dieron dos años de libertad condicional. Trabajó en una fábrica en Novocherkassk. Después se mudó deNovocherkassk al distrito Pervomaisk (en las afueras de Járkov) para vivir con su madre a finales de 1990. Aquí fue condenado en 1996 a dos años de prisión por extorsión de uno de los empresarios locales. El 1998, cuatro meses después de quedar en libertad, cometió un robo y volvió a ingresar en prisión por otros 6 años más. En 2004, decidió comenzar de nuevo y abrir su propio negocio. Yury Odnachev fue acusado de intento de asesinato. Según la "NTN" a las 07:20 del 9 de abril de 2009 un hombre no identificado fue internado en un hospital en Járkov, Ucrania, con heridas de cuchillo en la mano izquierda y el abdomen. El herido era un adicto a las drogas de 30 años de edad, que afirmó que un conocido lo había atacado. Se encerró en el coche de su atacante y se dirigió al hospital, mientras se encontraba al borde del shock. Yury Odnachev declaró que no atacó al hombre herido y que "el adicto a las drogas le robó su coche y estuvo involucrado en algún altercado después de eso". Se sabe que Odnachev tiene una larga historia de conflictos con la víctima del ataque. Él no oculta que es el hijo de Andréi Chikatilo, al contrario, se siente orgulloso y celoso de su fama. No cree que su padre matara a 52 personas, cree que le imputaron asesinatos sin resolver. Yury tiene un hijo llamado Andréi Odnachev (en recuerdo a su abuelo).

(Tomado de Wikepedia)

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