miércoles, 12 de septiembre de 2012

FELIPE PIRELA, EL BOLERISTA DE AMERICA

MARACAIBO, VENEZUELA, 4 DE SEPTIEMBRE DE 1941
SAN JUAN, PUERTO RICO, 2 DE JULIO DE 1972

BIOGRAFÍA DE FELIPE PIRELA
[Felipe Antonio Pirela Morón]
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Por: José Antonio Orellán

Quien conozca la ciudad de Maracaibo, capital del petrolero estado Zulia al occidente de Venezuela, sabe que una de las más populares zonas es la del barrio “El empedrao”, como se dice en criollo, o maracucho si así lo prefieren. De esta barriada han surgido un grueso e importante número de poetas, compositores, cantantes, trovadores y gaiteros, como se llama a los interpretes de la gaita, género autóctono. Así pues, al humilde hogar de Don Felipe Pirela y Doña Lucía Morón de Pirela llegó aquel 4 de septiembre de 1941 la bendición de un hijo, bautizado como Felipe Antonio Pirela Morón, a quien el futuro, por su privilegiada voz, concisa compostura y particular interpretación, le otorgaría el reconocimiento de “El Bolerista de América”.

Los primeros pasos para el entonces novel cantante se da con las orquestas de Juanito Arteta y Los Peniques, por las que transitó sin mucha relevancia. De hecho, su llegada a esta última se da por la insistencia de un amigo suyo relacionado a Jorge Beltrán, el director de la agrupación. Para entonces Los Peniques contaba con los vocalistas Victor Piñero, Chico Salas, Ada Vizuet y Tony Izaguirre, lo cual le dificultaba el camino a Pirela, quien se conformaba con cantar al menos una canción en el último set bailable. Todo transcurría sin pena ni gloria, hasta que un buen día el maestro Billo Frómeta le escuchó cantar y mostró interés por sus servicios. 
La entrevista pautada con Billo debía darse en la casa de los Pirela Morón, por lo que la familia se preparó a fin de agradar al Maestro. Cuando éste llegó a la vivienda no hizo más que expresar: “... Quiero contratarlo para que sea el bolerista de mi orquesta. Usted tiene mucho futuro... canta como los ángeles ...”. Corría el año 1960, y a Billo le había sido levantado un veto impuesto por la Asociación de Músicos del Distrito Federal y Estado Miranda. 
Billo comenzó a reestructurar su orquesta, lo que para él sería su “Tercera República”, sin duda alguna, la más exitosa de su carrera y con la que trascendió aún después de su muerte. Para ello se hizo además de los servicios de otro maracucho: el guarachero Cheo García. Con la orquesta Billo’s Caracas Boy’s, las voces de Felipe Pirela y Cheo García adquieren gran prestigio, individualmente, y por la manera como hilvanan sus voces y ritmos en los famosos mosaicos creados por el Maestro. La orquesta causa sensación en el Continente, al tiempo que la dulce voz de Pirela seduce a cientos de miles de fanáticas, si se quiere huérfanas de un ídolo, ante la ausencia de su hasta entonces amor platónico: Alfredo Sadel, quien había tomado la decisión de dedicarse al bel canto. 
Una nueva estrella en el firmamento. Pirela obtiene fama con la orquesta Billo’s Caracas Boy’s. Paralelamente comienzan a lloverle ofertas de otros países, la más tentadora, desde México. El cantante le consultó a su mentor, anticipándole sus deseos de mantenerse en la orquesta en la que llevaba más de dos años. No obstante, Billo sabía que ya era hora de que Pirela comenzara a volar; no sería él quien cortara sus alas, atándolo a su orquesta, truncándole su camino al estrellato definitivo. Tras la venia y asesoría de Billo, Pirela parte al país azteca donde le esperaba el camino a la internacionalización como solista y su posterior consagración como “El Bolerista de América”. 
Una vez cumplido su compromiso en México Pirela regresa a Venezuela, ya que había empeñado su palabra de matrimonio a la joven Mariela Montiel. Las nupcias se celebran en septiembre de 1964. Vale señalar que Pirela (23) es diez años mayor que ella, al tiempo que la unión, tan furtiva como efímera, llega a un triste desenlace con un escandaloso divorcio que marcó al Bolerista de América para siempre. 
Sumido en una fuerte depresión, con su decepción a cuestas, Pirela decide marcharse de Venezuela. Su fama y prestigio adquiridos le permiten abrir las puertas de Hispanoamérica. En su exilio graba el LP “Entre tu amor y mi amor”, que adquiere impresionantes cifras de ventas traducidas en reconocimientos artísticos. Al tema promocional que da título al disco se suma una seguidilla de éxitos. A pesar de ello, el mal ya estaba hecho. Desmoralizado y socavado en su orgullo sufre una nueva depresión, transitando senderos inesperados que igualmente disminuyen el intenso brillo de su estrella. Se radica en Puerto Rico, donde comienza a cantar en locales nocturnos de dudosa reputación.
cimg1851Así llega la fatídica noche del 2 de julio de 1972. Según cuenta la leyenda, luego de culminar su presentación en el bar “El Molino Rojo” con su interpretación del tema “Sombras”, se despide del dueño del local y de los habituales clientes, tomando un rumbo incierto. Interceptado en una oscura calle, y en circunstancias aún confusas, una certera bala extingue la luz de su existencia. Si el tema en cuestión fue o no su última interpretación no es la razón que nos ocupa ahora, así sea muy cierto como ajuste al colofón de su triste historia: 
“... Pude ser feliz 
y estoy en vida muriendo 
y entre lágrimas viviendo 
el pasaje mas horrendo 
de este drama sin final ...”
("Sombras" . Autores: Contursí - Lomuto)


sábado, 8 de septiembre de 2012

MARACAIBO CUMPLE HOY 483 AÑOS

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La historia de la fundación de Maracaibo ha estado sujeta a históricas divergencias originadas en el hecho de que fueron varios los personajes y momentos en los que se intentó construir un verdadero asentamiento. El primer acercamiento europeo a esta zona lo realizó Alonso de Ojeda, el 24 de agosto de 1499, quien descubrió el lago de Maracaibo junto con Juan de la Cosa y Américo Vespuci
Se atribuye a ellos el nombre de Venezuela cuando evocaron a Venecia al ver que los habitantes vivían en palafitos sobre el lago y que la gente se trasladaba de un sitio a otro mediante pequeños puentes de madera y en canoas. La ciudad de Maracaibo fue fundada en tres ocasiones. La primera, el 8 de septiembre del año 1529 por el alemán Ambrosio Alfínger, conquistador de la familia Welser y primer gobernador de la Provincia de Venezuela, que partió en expedición desde Coro capital en aquel momento de dicha provincia.
Al asentamiento se le dio el nombre de villa de Maracaibo pues al momento de su fundación no se constituyó un cabildo que le confiriera el carácter de ciudad. En los documentos alemanes de la casa Welser aparece el nombre de Neu-Nürnberg.13 Es probable que la fundación de Alfínger se hiciera en las cercanías o sobre los restos de un asentamiento indígena (o ranchería).4 Esta primera fundación tuvo una población de apenas 30 vecinos y una actividad casi nula, por lo que Nicolás Federmann ordenó trasladar su población en 1535 al Cabo de la Vela (que hoy es parte de Colombia) en la península de la Guajira.
Después de un segundo intento fallido en el año 1569 en el cual la ciudad es refundada como Ciudad Rodrigo por parte del capitán Alonso Pacheco, no es sino en 1573 cuando el Gobernador Diego de Mazariegos decidió restablecer la población confiándole al capitán Pedro Maldonado dicha encomienda. Así, para 1574 fue refundada la ciudad con el nombre de Nueva Zamora de la Laguna de Maracaibo, en honor al gobernador Mazariegos, nativo de la ciudad de Zamora, en España.
 Ferry "CARACAS" surcaba el Lago cubriendo la ruta Maracaibo Palmarejo